Piercing industrial, ¿te atreves?
El piercing industrial es uno de los piercing de la oreja más buscados y deseados. A pesar de ser un piercing en la oreja ¡no es nada discreto! Se trata de un piercing genial para aquellos que quieren dar un aire alternativo a su look sin el compromiso de realizarse un piercing en una zona más visible como la cara. Pero, ¿qué hace que este piercing sea tan original?
Industrial piercing, el piercing en la oreja más original
El piercing industrial o piercing transversal no se define por la zona a perforar, sino por el tipo de joya que se utiliza para lucirlo. Se trata de una doble perforación en la parte superior del cartílago de la oreja. Ambos agujeros se unen con una larga barra de metal que le da ese aspecto tan original. Esta barra se cierra por uno o ambos lados, permitiendo poner cierres muy originales que sustituyan a las clásicas bolitas.
Si solo se realiza una de las perforaciones no se trata de un piercing industrial, sino de un piercing hélix (o antihélix si es en la parte más interior del cartílago). De igual manera, si tenemos los dos agujeros pero no se unen con la joya de barra, tampoco se consideraría un piercing industrial.
Características y curación del piercing industrial
El piercing industrial atraviesa el cartílago de la oreja. Aunque hay otros piercings de la oreja que atraviesan zonas más gruesas y duras (como el tragus o el conch), el diámetro de los orificios y por tanto del pendiente industrial es bastante ancho, de 1,6-1,8 mm de grosor. Esto es porque sino podríamos encontrarnos con el riesgo a que el pendiente se enganche con una pieza de ropa y que al ser fino no resista la presión y desgarrase el cartílago. ¡No queremos que pase nada así! Por eso, los anilladores prefieren que este piercing sea robusto.
A nivel de dolor es uno de los menos molestos a la hora de realizarlo. Como hemos comentado, el cartílago que atraviesa no es especialmente grueso, por lo que solo sentiremos dos pequeños pinchazos. El piercing industrial se realiza con una aguja larga y coloca directamente la joya para asegurarse de que está recto y tiene la distancia adecuada de lado a lado. Sí que es verdad que al ser una zona fina y ddependiendo del tipo de piel, la perforación puede sangrar levemente (por esa zona pasan pequeños vasos sanguíneos). No es nada de lo que preocuparse.
El proceso de curación del piercing transversal puede llevar entre 8 y 12 semanas. Debe lavarse con agua y jabón neutro un par de veces al día para evitar que la joya se quede pegada a la piel, secándolo bien a toquecitos con un paño de algodón (sirve una camiseta vieja) o papel de cocina después de cada cura. Evitar manipular el pendiente o “jugar” con él fuera de esas ocasiones, para evitar que se infecte. Justo después de realizarlo puede aparecer hinchazón, pero esta se va al cabo de pocos días. Si aparecen rojeces o irritación consultar con el piercer.
Una vez cicatrizado, podrás cambiar el pendiente de tu nuevo industrial por la que más te guste. En Logia Barcelona tenemos a tu disposición un montón de joyas para piercings industriales, para que elijas la que más se adapta a ti. Si tienes más dudas, te puedes poner en contacto con nuestras anilladoras en info@logiabarcelona.com o en el 932 506 168.