Tatuajes a todo color
Los tatuajes en blanco y negro son una opción de éxito seguro y llena de puntos fuertes, hace tiempo os hablamos del Blackout Tattoo como expresión extrema de este estilo, no obstante, hoy os hablaremos de tatuajes a color. Estos presentan una serie de particularidades y tenemos que tener en cuenta una serie de factores.
Lo más importante, sin obviar el diseño que siempre es primordial, es tener en cuenta el tono de piel de cada uno, pues cada tipo de piel genera unos contrastes y puede realzar u ocultar tu tatuaje según los colores que escojas.
En el caso de la piel extremadamente pálida es recomendable decantarse por tatuajes de colores fuertes, variados y llamativos que generaran un contraste y harán que el tatuaje destaque. Lo más recomendable son los colores cálidos y evitar colores demasiado claros, pues, evidentemente, no se notarán demasiado.
Para la piel pálida, pero no tan blanca como la anterior, contaremos con más opciones, pues se adapta bien a gran cantidad de colores. Si tienes la suerte de tener la piel blanca en su justa medida escoge con total libertad, y es que en tu caso se aplica eso de “para gustos, los colores”.
Si tu piel está en un término medio te recomendamos decantarte por tonos fríos, no demasiado oscuros, como violeta, azul y hasta verde, todos ellos más bien claros, o por el naranja. Si por el contrario no quieres colores muy brillantes, asegúrate de escoger un diseño muy visible con las líneas bien definidas.
Por último, tenemos el caso de la piel morena, en este caso la clave está en escoger colores mucho más claros que el tono de piel para darles visibilidad. Si en un término medio te recomendamos diseños bien definidos, ahora te recomendaríamos diseños grandes. Otra opción es un tatuaje completamente negro, pues siendo bastante más oscuro que la piel también podemos lograr mayor visibilidad.