Tatuajes cubistas
Desde que Picasso la instaurara en el arte, la técnica del cubismo se ha empleado en distintas disciplinas, y el tatuaje no podía quedar indiferente a este magnífico juego de ilusiones ópticas. Diferentes tatuadores plasman en sus trazos la esencia cubista.
El cubismo fue una corriente artística que rompió prácticamente con todos los moldes que se habían establecido hasta la fecha. Estableció una nueva norma para las formas, líneas y colores a los que las personas estaban acostumbradas.
Hay dos claras características clave en el cubismo, uno es el uso de las formas geométricas como triángulos, rectángulos o cuadrados, que son las que predominan en esta corriente y se utilizan para realizar las diferentes composiciones. La otra característica es que la representación no es alterada dependiendo de dónde y cómo la veas, es decir, viéndola de frente como de perfil, a la vez y desde el mismo ángulo, o en ángulos distintos, las proporciones no se alteran.
Con los tatuajes ocurre lo mismo. Desde que se trazan los bocetos, se dibujan con perspectivas cubistas. Las formas geométricas dan paso a dibujos y siluetas que a pesar de no respetar la composición de su forma, sí recrean a la perfección el conjunto de la silueta. Las figuras, rasgos y gestos se identifican de forma sencilla.
En el caso de este tatuaje, a partir de una variedad de líneas proyectadas en diferentes sentidos, se crea una estrella como tatuaje principal que da lugar a pequeños detalles en todas sus puntas. Además, está acompañado de figuras geométricas en todo su alrededor imprimiéndole fuerza y carácter. Se representa a la perfección la armonía, ya que el conjunto del tatuaje, sus formas y color, se establecen con un mismo concepto.
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