Tatuajes y trabajo: ¿qué tener en cuenta?
Tatuajes en el trabajo, la eterna duda que tienen muchos de nuestros clientes a la hora de dar el paso definitivo para realizarse un tatuaje. ¿Y si me llaman la atención en el trabajo? ¿Y si no me quieren contratar? Y si, y si, y si… pero el caso es que poco a poco la sociedad va abandonando esa noción de que solo personas como delincuentes y marginados llevan tatuajes. Su normalización a través de los medios de comunicación, famosos de todo tipo y pelaje y por supuesto el hecho de que poco a poco las técnicas se han ido depurando, hacen que los tatuajes en el trabajo hayan dejado de ser una preocupación en muchos ámbitos laborales.
Tatuajes en el trabajo: profesiones creativas
En un estudio sobre tatuajes realizada por la consultora Dalia se determinó que un 42% de españoles lucen al menos un tatuaje – tengamos en cuenta que era una encuesta telefónica, así que seguramente los datos reales sean menos… pero aún así, son un porcentaje nada desdeñable de la población.
Y es que los tatuajes son realmente populares, especialmente entre las personas jóvenes. Los millenials han crecido viendo tatuajes en la cultura popular, por lo que ya no los asocian a toda esa clandestinidad como hacían nuestros padres o abuelos. Y en esta línea, son también las nuevas profesiones creativas las que aceptan mejor los tatuajes en el trabajo. Agencias digitales, barberías y peluquerías o diseñadores de todo tipo sin duda no solo aceptan los tatuajes, sino que los abrazan como parte de una estrategia de imagen fresca, joven y actual.
Tatuajes grandes vs tatuajes pequeños
También es verdad que no es lo mismo llevar un pequeño tatuaje simbólico en un lugar discreto que lucir mangas tatuadas completas, o incluso en zonas siempre visibles como manos o rostro. De hecho, muchos tatuadores se niegan a tatuar estas partes del cuerpo si es el primer tatuaje, precisamente para ahorrar dolores de cabeza al posible cliente si no lo ha meditado con calma. En el caso de los tatuajes pequeños, siempre está bien preguntar cuál es la posición de la empresa al personal de RRHH, pero casi nunca acaban impactando en la contratación.
Tatuajes en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
Un caso a parte son los tatuajes entre militares y policías. La norma de que no pueden lucir tatuajes visibles responden a motivos de seguridad e identificación. Estos criterios no entran en conflicto con el derecho a la propia imagen. Y de hecho, cualquier otro lugar de trabajo tiene libertad para imponer sus normas y código de vestimenta. Que la sociedad siga avanzando hacia la completa aceptación de los tatuajes no implica que el mundo laboral vaya tan deprisa y debemos trabajar paso a paso para conseguir la igualdad completa.
Ante cualquier disyuntiva, siempre está bien estar muy seguro de la decisión de hacerte un tatuaje, y de consultar las posibles consecuencias con RRHH antes de proceder. Poco a poco conseguiremos que los tatuajes dejen de asociarse por completo a personas poco profesionales. Vemos cada vez más a ejecutivos con tatuajes e incluso a políticos con tatuajes… entonces, ¿por qué no podrías lucirlos tu? 🙂